Acúfenos
POR FIN LO HE CONSEGUIDO, VOLVER A PODER OÍR MÚSICA.
Publicación editada 14/12/2018
Casi tres años me ha durado la dolencia de acúfenos, por imprudencia de acercar demasiado el altavoz al oído (zumbido y vibraciones o repiques internos), que aumentaban con la música, muy molestos, y de hecho siguen ahí, pues no hay en esto remedios mágicos ni completos, pero he logrado subir bastante el umbral o nivel de su efecto dañino, y esto es lo que me importa, pues mis equipos de música Denon los tenía apagados y precintados por no poder escucharlos a bajo volumen, ni con tapón de cera puesta en ese oído enfermo, mientras que ahora los escucho sin bolas de cera puestas y a volumen normal. En otros lugares de este foro expliqué mi caso con el nombre de CANTADOR, y las múltiples búsquedas de toda clase de remedios que realicé, por ser muy aficionado, casi dependiente, de la música en casa, sin encontrar nada. Pero por ese mismo afán de busqueda constante es por lo que he encontrado mi remedio, que me sirve para mi dolencia concreta personal, y que pudiera ser que a otras personas con acúfenos distintos este remedio no les aproveche, pero por si acaso a algunos les pudiera servir de mejora, por tener la misma clase de dolencia que la mía, por eso lo pongo aquí por escrito. Probé guinko, homeopatía, calor intenso , masajes, golpes, valium líquido, desatascador de desagües al vacío para movimientos, hasta pequeños petardos para impacto leve acústico, sonidos o músicas especiales para acúfenos,o varios productos de parafarmacia que se venden para esto, etc. Y ya lo di por irresoluble, incluso los auriculares medianos que no me dañaban, acabé por no poder tampoco tolerarlos. Y un buen día en que arreciaba fuerte el zumbido, pues no podía dejar de escuchar música, ni me resignaba a ello, como el que se da a la bebida aunque sabe que le va dañar por su enfermedad, pero no puede evitarlo, y cogí una pequeña campanilla de bronce dorado que estaba de adorno en la biblioteca, comprada en el Rastro de Madrid hace varias décadas, de esas que utilizaban las antiguas señoras para llamar a las criadas, que ni sé por qué la compré,o me gustó como simple adorno, y la hice sonar cerca del oído enfermo produciendo una extraña sensación, como si algo penetrara con dificultad en lo profundo de mi oído, lo cual no sucedió con el oído sano. Pero esto nada más produjo, ni mejoría, ni alivio, ni nada. Otro día de tener también el fuerte zumbido volví a coger la campanilla y la volví a hacer sonar junto al oído varias veces, y nada, ni siquiera ya aquella primera extraña sensación de penetración profunda......pero cuando ya salía de la habitación me di cuenta de que el zumbido era algo menor que antes, poca diferencia, pero alguna , con la certeza segura de que lo había hecho disminuir aunque fuese poco, lo cual era ya una evidencia palpable y beneficiosa, una línea a seguir por ahí, por lo que ya lo repetí a diario después de escuchar música y antes de dormir, que es cuando llegaban más las temidas vibraciones en mitad de la noche y del sueño hasta hacerme despertar, en los días de haber escuchado música, y solo en esos días. Por eso yo solía decir que mi problema solo lo tenía si me exponía a lugares con música, pero que si me abstenía del todo en lugar solitario, ya no había acúfeno, ni problema , y esto difiere bastante de otros casos peores que he leído por foros sobre este asunto, y que con silencio total siguen con los mismos pitidos, por eso decía que lo que a unos les sirve de mejoría, igual a otros no. Y resultó que al cabo de unas dos semanas hacer sonar la campanilla después y antes de oir música,unas 10 veces por sesión, y antes de dormir, o incluso a medianoche si me despertaba con zumbido y vibraciones, entonces vino lo mejor: probar un día oir música en el equipo bueno, sin tapón de cera y a volumen normal y ver que ya no me dañaba: YA LO TOLERABA BIEN EL OÍDO, cierto que si algún día ponía un disco con el sonido de fábrica mayor, podía volver el daño, pero ya menor, y desaparecía al día siguiente.En definitiva, he seguido con este sistema, ya unos dos meses, sin dejar de tomar la dosis diaria de guinko, y veo que la dolencia sigue ahí,(el zumbido de fondo, no ya las vibraciones) pero soportable, mucho menor, y que me permite de nuevo volver a escuchar mi música preferida con normalidad, lo cual pensé que nunca más podría volver a hacer, y ahora con el buen sabor de algo que había perdido, que me estaba vetado, y que he recuperado. Por curiosidad compré un cuenco tibetano por ver si ese sonido también era adecuado para esto, pero no, porque tiene sonoridad grave, y lo que me beneficia la mejoría es el SONIDO AGUDO, y por eso la campanilla si es pequeña, mejor que si es grande; aunque he comprado otra nueva muy parecida y resulta que tiene el sonido algo más grave, y ya pierde su efecto beneficioso. También añadir que al principio hacía sonar la campana de manera normal, pero para que sea más sólido y compacto el golpe utilicé un pequeño martillo metálico, donde es más fácil controlar los golpes, viendo además que no debían ser ni débiles, ni muy fuertes, que lo desaconsejo: golpes secos medianos,a intervalos, unos 10, con largo eco de sonoridad aguda. Más la constancia de cada día y cada noche. En mis muchas búsquedas por internet y en foros sobre acúfenos-tinnitus nunca leí o vi nada como lo que he descrito, solamente sonidos musicales o sonoros grabados para este problema, que probé sin ningún efecto beneficioso y tal vez por ello lo dejé de repetir decepcionado.Pues esto es todo lo que tenía que decir, por si esto le puede servir de ayuda o de mejoría a alguno que padezca una clase de acúfeno parecido al mío. Por ello me sentía como obligado a darlo a conocer, sabiendo lo penoso, y lo problemático que es este mal.
Comentarios (13)
Ocultar comentariosPero visto su indudable efecto beneficioso, me he comprado dos campanillas más de las nuevas de ahora, de bronce, y nada de nada, se ve que la otra era muy antigua y por eso tiene una resonancia mayor y profunda. Así que no es preciso ir a buscar campanillas nuevas. Esa antigua, tal vez centenaria, me la guardo como un tesoro, y es que en mi caso particular funciona muy bien, y por eso, aunque suene a chiste, para mí es un gran alivio. Cada cual que busque su propio remedio. Saludos
El oído y sus patologías de acufenos son muy complejos y de diferente naturaleza, según vemos en estos foros, pues la dolencia de no poder soportar sonidos habituales que algunos padecen es muy distinto a lo mío que los escucho igual que antes sin molestarme, excepto la música alta. Y por eso lo que a mí me produce alivio y mejoría como es la sonoridad profunda de una antigua campana de mesa, otros no lo soportarían. Y en realidad, mi mejoría es bastante relativa, solamente para la música en casa con los bafles en lugar elevado, pero si voy al cine tengo que llevar un gran tapón de cera en ese oído, y además un casco de esos de protección como grandes auriculares, o si voy a un concierto de música rock, como en este pasado verano, que parecía un locutor de radio con esos cascos puestos, aunque tapando solamente el oído enfermo y dejando libre el otro, doblado, para poder oír. Pero esto es como la alegría del pobre, que con lo poco que tiene ya se conforma y se alegra, pues antes no podía escuchar música en casa, y ahora sí, y hay bastantes casos de acufenos en los dos oídos, con lo que tampoco les vale lo de tapar uno y oír bien por el otro. Lo del ciego y el tuerto. Bien, que nos mejoremos todos, cada cual en lo suyo.
Muy interesante esta propuesta sobre acúfenos que he encontrado. https://www.delcinealhospital.com/2017/07/25/acufeno-pitido-eterno-del-que-me-cure/. Y me interesa porque viene a coincidir con lo que yo he experimentado del beneficioso "efecto campanilla", y la razón por la que solamente el sonido de una determinada campanilla funciona bien, y no en las otra con tono diferente. Por lo que ahí explica de sonidos gemelos. Coincidencia interesante y sugestiva.
https://www.delcinealhospital.com/2017/07/25/acufeno-pitido-eterno-del-que-me-cure/
Te sigue yendo bien el acúfeno?
Pues entre un rato sonido de auriculares a 6000Hz, una sesión de campanillas de bronce junto al oído, un Guinko 250 mg. cada día, junto alguna sesión de masaje por la zona del oído para las vibraciones o repiqueteos, (meter el dedo meñique en horizontal, haciendo palanca lateral de tensión en el conducto auditivo, abriendo y cerrando del todo la boca a la vez, mientras muevo la cabeza con leves movimientos adelante, atrás y a los lados) entre todo esto he conseguido al menos subir el nivel del daño que producía la música, es decir, el mal sigue ahí, pero me permite oír música a un nivel normal sin tapón de cera, lo cual durante tres años era algo imposible, no podía ni con tapón puesto, y ahora sí, pero si pongo excesivo volumen el enemigo salta enseguida con pitido y vibraciones, eso ya no se marcha. Y en lo demás, pues acostumbrarme a ir a cine con tapón alargado de bolas de cera o silicona dentro del oído y encima cascos protectores solamente para el oído dañado, pudiendo oír la película o el concierto de música en directo con normalidad. De hecho, mientras escribo esto escucho un CD de rock sin ninguna protección ni daño, y hace una semana fui al cine, y todo bien. Así que estoy satisfecho, pues esto era algo impensable hace un año, un sueño irrealizable, y ya lo tengo, no del todo, pero suficiente y satisfactorio, que después de leer muchos foros de estos creía que era ya irreversible y para siempre, y lo he conseguido en buena medida.
Hola CANTADOR: gracias por compartir tus experiencias.
Se me olvidó añadir algo que no expliqué en lo de movimientos o masajes de la zona del oído para las vibraciones internas: aunque este daño se produzca en un solo oído, conviene realizar eso del dedo y la boca en los dos oídos a la vez, pues de lo contrario a la larga se produce una leve desviación dental en la parte de abajo que molesta en la dentadura, por ser movimiento de lado, en cambio con los dos a la vez ya es movimiento recto simétrico, sin alteración.
O mejor aún, olvidar esa parte de los masajes dedo-boca, para vibraciones.
Solamente quería puntualizar algo sobre lo que escribí de la mejoría por el "efecto campanilla de bronce". Pues, en efecto, con el paso de los meses es evidente la mejoría, que no puede ser total, pero sí notable. Y es que yo señalaba unos diez toques con pequeño martillo metálico cerca del oído enfermo, no muy fuertes, pero con mediana intensidad, separados cada toque como las campanas de un reloj. Pero lo he modificado y va mejor, no aumento su intensidad, el mismo toque, pero seguidos, no separados unos de otros, como un continuo sonoro, y no acabar tan rápido, sino un pequeño tiempo más que antes. Así, si un día escucho la música demasiado alta de volumen y regresa algo de pitido, -lo cual ya parece inevitable, aunque no sea ya fuerte-, ese mismo día vuelvo a realizar lo de la campanilla, -pues al haber mejoría ya no lo hago a diario-, y al despertar al día siguiente es como si lo tuviera mejor incluso que dos días antes; es decir, que se nota su efectividad. Y lo mejor de todo es que las vibraciones -que eran como pequeño toque de dedo con la uña en un pandero, tac inicial y vibración posterior de los platillos pequeños metálicos que llevan alrededor- pues estaba todo unido, de modo que al disminuir el pitido, también se van las vibraciones, que era lo más molesto. Esta es mi experiencia personal, y por eso la expongo, por si a alguno con daño como el mío puede servirle de provecho.
Novedad, A) Le he quitado la bola metálica interior, el badajo de la campanilla, así no interfiere con el sonido del pequeño martillo exterior. B) Le he aumentado un poco la intensidad de los golpes de martillo para aumentar un poco su volumen, pues las vibraciones internas del oído después de oir música a veces volvían. Buen resultado
Y añadir que en lo de sonidos gemelos con auriculares con la misma frecuencia que el acúfeno, lo he modificado; ya solo es gemelo en cuanto a frecuencia, 6000 hz, pero la intensidad o volumen es algo superior al pitido, que se oiga más, y me va mejor así.
De los pitidos , o pitido fuerte que padecí me he podido librar, por haberse reducido bastante y ser algo tolerable y acostumbrado. Pero las vibraciones han ido a más, tic, tic, tictictic, tic, hasta el punto de que incluso con tapones fuertes me daña la música aunque no sea mucho volumen. Pero mayor misterio aún, poniendo un auricular con música no muy fuerte solamente en el oído sano y nada de nada en el dañado, pues por extraño que parezca hay comunicación entre ambos oídos, y aparecen las vibraciones por donde no entra nada de música, y lo peor es que repiten durante la noche para no dejar dormir. Así de complejo es todo esto de los oídos y de los acúfenos. Cuando pensaba que ya había podido someter y neutralizar al enemigo, el pitido fuerte, resulta que apareció otro peor, más resistente, y más molesto.