Sordera por ruido. Una epidemia.
Publicación editada 12/03/2022Ya sabemos que vivimos en una sociedad ruidosa. Muy ruidosa. Y con unos hábitos de ocio que perjudican nuestra audición.
Efectivamente. Hace muchos años, con la aparición de las grandes y ruidosas industrias, surgió el problema de la aparición de la sordera por ruido, la sordera laboral.
Tanto la ciencia como la legislación laboral, a lo largo de los años, tuvieron respuestas frente al problema. Tanto con medidas de protección de los trabajadores, como con medidas de limitación de emisión de ruido de la maquinaria.
Con la explosión demográfica en las grandes ciudades y el aumento del tráfico rodado, y el ocio nocturno, surgió el problema del ruido en las ciudades, más molesto y dañino a otros niveles de salud, que perjudicial para el oído, excepto en algunos casos extremos.
Pero en los últimos años, con los adelantos tecnológicos en el campo audiovisual, el aumento de potencia de los equipos de sonido, la aparición de los dispositivos de música personales, mp3, mp4, móviles, auriculares inalámbricos, etc., y la costumbre social de escuchar dichos dispositivos durante muchas horas y a mucho volumen, ha producido un radical cambio en el perfil de los afectados por la sordera por ruido. Actualmente, y en el futuro, los más afectados son los jóvenes, con un perfil entre 12 y 35 años, los que dentro de unos pocos años van a sufrir dicha pérdida auditiva en un gran número de afectados.
Y el problema es que, hasta ahora, no hay un tratamiento para revertir la pérdida de audición que ya se ha producido. Y que el único tratamiento posible es la adaptación de unas prótesis auditivas. Gracias a que las prótesis actuales son muy avanzadas, tanto tecnológicamente, como en prestaciones y experiencia de uso.
Pero no olvidemos que, cuando llegamos al estadio IV de la sordera por ruido, la pérdida auditiva en las frecuencias agudas es tan profunda que posiblemente ni las mejores prótesis será capaz de prestar una buena comprensión. Son casos que probablemente precisarán la utilización de un implante coclear.
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