No oigo bien por un oído. ¿Me pongo audífono?
Publicación editada 30/08/2025
Es frecuente ver en nuestras consultas pacientes que oyen mal por un oído, pero que con el otro oyen bien sin ningún problema.
Y en muchas ocasiones tienen dudas sobre la conveniencia o la necesidad de ponerse un audífono.
Unas veces ellos mismos opinan que ¿para qué?, si ya oigo bien con el otro oído. Otras veces, incluso algún profesional les ha dicho que, oyendo bien por un oído, no les hace falta.
Pero, en nuestra opinión, hay suficientes razones para adaptar una prótesis auditiva para solucionar una pérdida de audición unilateral. Entre estas razones, podemos destacar:
- Hay una mejora de la comprensión del habla en ambientes ruidosos: Aunque el oído sin pérdida auditiva pueda funcionar bien en silencio, la capacidad para discriminar el habla en ambientes con ruido de fondo se ve muy afectada cuando se tiene una pérdida unilateral. Un audífono ayuda a mejorar la señal de habla en el oído con la pérdida, lo que reduce el esfuerzo cognitivo y facilita la comprensión.
- Es posible localizar el origen de la fuente sonora: Nuestros cerebros utilizan la diferencia de tiempo e intensidad con la que el sonido llega a cada oído para localizar su origen. Con una pérdida auditiva en un solo oído, esta habilidad se pierde o se ve seriamente comprometida, lo que puede ser peligroso (por ejemplo, al cruzar una calle o no saber de dónde viene una alarma). Un audífono, al equilibrar el sonido, ayuda a restaurar o mejorar esta capacidad.
- Se puede prevenir el fenómeno de "privación auditiva": El cerebro necesita estímulos sonoros para mantener activas las vías auditivas. Si un oído no recibe la estimulación adecuada durante un período prolongado, puede perder la capacidad de procesar los sonidos, incluso si la pérdida auditiva en sí no es total. La estimulación del audífono ayuda a mantener activo el sistema auditivo del lado afectado.
- Se consigue una reducción del cansancio o fatiga auditiva: Cuando una persona solo escucha con un oído, el cerebro tiene que trabajar más para llenar los vacíos y procesar la información de forma parcial. Esto puede llevar a una fatiga auditiva significativa, dolor de cabeza, e irritabilidad al final del día. El uso de un audífono alivia esa carga y mejora la calidad de vida.
- Evita el fenómeno del "efecto sombra" de la cabeza: Nuestra cabeza actúa como una barrera para los sonidos que vienen del lado del oído con pérdida, lo que hace que lleguen al oído sano atenuados. Un audífono ayuda a superar este efecto.
La mejor manera de convencer a alguien es que experimente los beneficios de adaptar un audífono por sí mismo. Se puede ofrecer una prueba, y durante este período de prueba hacer ejercicios y ponerse en situaciones en las que pruebe el audífono, como ir a su cafetería favorita, cenar con su familia, o simplemente caminar por la calle.
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