La maniobra de Epley en el vértigo.

El vértigo laberíntico más frecuente es el llamado VPPB, o vértigo posicional paroxístico benigno.
Suele aparecer de repente. Una mañana al despertarnos. Incluso hay ocasiones que nos despierta durante la noche. Se trata de un vértigo posicional que aparece al mover la cabeza y adoptar alguna postura. Como al girar la cabeza, dar la vuelta en la cama, al incorporarnos, etc.
Suelen ser crisis de movimiento giratorio, parece que todo da vueltas a nuestro alrededor. Una sensación muy desagradable que suele durar unos segundos, y que nos deja con una sensación de "mala gana", nauseas, inestabilidad, etc. y que no se acompaña de síntomas auditivos. No hay pérdida de audición, ni ruidos, ni sensación de taponamiento.
En muchas ocasiones el paciente piensa que el problema está en sus cervicales y no lo relaciona con los oídos. Y es que es muy habitual que también se acompañe de molestias cervicales. El paciente no mueve el cuello por miedo a que aparezca el vértigo.
En realidad se trata de un problema situado en el laberinto posterior, en el oído interno, formado por el utrículo, el sáculo y los canales semicirculares.
Y, ¿por qué ocurre esto?. La culpa la tienen unas pequeñas piedras llamadas otoconias u otolitos, que por alguna razón, se desprenden de su sitio en los receptores del utrículo o sáculo, nadan libres en el líquido que llena los canales semicirculares y chocan con el receptor de un canal semicircular estimulando al cerebro con un movimiento inexistente.
Con mucho, el canal semicircular más afectado es el posterior (CSP).
Y el tratamiento consiste en recolocar estas otoconias, sacándolas del canal semicircular.
Esto se consigue con la llamada maniobra de EPLEY.

En este enlace se puede visualizar como el médico o el fisioterapeuta realiza dicha maniobra.