Consejos prácticos sobre factores que influyen en la salud auditiva.

Consejos prácticos sobre factores que influyen en la salud auditiva.

1. Fisiología de la Audición y Daño por Ruido.

    La audición es un proceso fascinante que convierte las ondas sonoras en señales eléctricas que el cerebro interpreta.

El sonido recorre un camino que comienza cuando las ondas sonoras llegan al:
    - Oído Externo: El pabellón auricular capta las ondas sonoras y las dirige por el canal auditivo hasta el tímpano.
    - Oído Medio: El tímpano vibra y estas vibraciones se transmiten a través de una cadena de tres huesecillos (martillo, yunque y estribo) que amplifican el sonido.
    - Oído Interno (parte auditiva) - cóclea o caracol: El estribo empuja la ventana oval, creando ondas de presión en el líquido de la cóclea. Dentro de la cóclea se encuentra el órgano de Corti, que aloja miles de células ciliadas (o células sensoriales).
El movimiento del líquido hace que las células ciliadas vibren. Este movimiento convierte la vibración mecánica en una señal eléctrica (impulso nervioso) que viaja por el nervio auditivo hasta el cerebro, donde se interpreta como sonido.

El ruido fuerte (exposición a altos niveles de presión sonora) es el principal enemigo de las células ciliadas del oído interno,
produciendo daño mecánico y metabólico: Un sonido intenso provoca vibraciones excesivas y violentas en el líquido coclear y en la membrana basilar. Esto puede literalmente doblar, romper o destruir las delicadas células ciliadas.
Además, la sobrecarga sonora obliga a las células a trabajar a un ritmo insostenible. Esto genera un exceso de radicales libres (estrés oxidativo) que es tóxico y lleva a la muerte celular (apoptosis).
A diferencia de otras células del cuerpo, las células ciliadas no se regeneran. Una vez que mueren, la pérdida auditiva es permanente, ya que no hay células para convertir las ondas sonoras en señales eléctricas para el cerebro.

2. Riesgos y Efectos del Ruido.

La pérdida auditiva inducida por ruido (PAIR) es la consecuencia más común. Comienza típicamente afectando la capacidad de oír las frecuencias altas (agudas), cruciales para la inteligibilidad del habla, y progresa con el tiempo.
Al principio hay un cambio temporal del Umbral Auditivo (TTS. Es una fatiga auditiva. Después de una exposición corta y fuerte (ej. un concierto), los sonidos se oyen amortiguados. La audición se recupera, pero es una señal de advertencia de que las células estaban sobrecargadas.
A corto plazo aparecen acúfenos, o percepción de un sonido (zumbido, pitido, silbido) sin una fuente sonora externa. A menudo es el primer síntoma de daño en las células ciliadas. Puede ser temporal o crónico y muy incapacitante.
También puede aparecer Hiperacusia o intolerancia o hipersensibilidad al sonido normal. Sonidos cotidianos (ej. una puerta cerrándose) se perciben como dolorosos o molestos. Implica un fallo en la forma en que el cerebro procesa los sonidos.
También pueden aparecer efectos no auditivos por el ruido. El ruido constante eleva las hormonas del estrés (cortisol), afectando el sistema cardiovascular (hipertensión), alterando el sueño, la concentración y el rendimiento cognitivo.

3. Límites de Exposición Seguros.

Y no nos olvidemos que, el decibelio (dB) que es como medimos la intensidad de sonido es una unidad logarítmica, de manera que cada 
aumento de 3 dB significa que la cantidad de energía sonora se duplica. Y que la clave de la seguridad está en la intensidad y el tiempo de exposición.
Por lo tanto, si el sonido se vuelve 3 dB más fuerte, el tiempo máximo de exposición seguro se debe reducir a la mitad. Por ejemplo, la normativa establece límites de exposición ocupacional a ruidos, por ejemplo, en el caso de trabajadores, el límite de exposición para una jornada de 8 horas suele ser de 85 dB. Para 88 dB serían 4 horas. Y para 100 dB serían sólo 15 minutos.