Vencer al acúfeno.

Los acúfenos afectan a millones de personas en el mundo. La causa más frecuente se atribuye a los ruidos fuertes, la música a elevado volumen, las maquinarias en las fábricas, etc. En otras ocasiones son enfermedades del oído las causantes del acúfeno.
La lesión de las células ciliadas del caracol parece ser la responsable en la mayor parte de los casos, y lo habitual es que, además del acúfeno, la pérdida auditiva también exista.
Pero, sin embargo, en muchas ocasiones, en una audiometría tonal convencional no se descubre dicha pérdida. Es necesario realizar pruebas más especializadas, como acufenometría o audiometría de altas frecuencias, para descubrir esta pérdida.
Dicho esto, lo que le preocupa al paciente es su acúfeno, es lo que realmente le molesta y le preocupa.
Por ello es muy importante informar adecuadamente al paciente, y tranquilizarle.
No olvidemos que, hasta el 50% de los pacientes con acúfenos padecen también síntomas de estrés, ansiedad e insomnio. En otras ocasiones es la depresión lo que se asocia.
Al paciente hay que informarle de todas las alternativas de tratamiento. No se debe decir que el acúfeno no se cura, porque no es cierto.
Por lo tanto: Información veraz y tranquilizadora. Tratar el estrés, la ansiedad, etc. Y, si es necesario, utilizar las terapias que han demostrado una mayor efectividad, como son las terapias de habituación y enmascaramiento, la TRT o la TSS y el uso de audífonos enmascaradores o incluso de implantes cocleares.