¿Oigo bien?

Hay una serie de síntomas en distintas situaciones diarias que pueden hacernos sospechar que no oímos bien.
Es fácil estar atento en esos momentos y preguntarnos:

  • ¿Pido que me repitan las cosas cuando me hablan?
  • ¿Me resulta difícil oír cuando estoy en una reunión o cuando hay ruido ambiental, como en bares, restaurantes, etc.?
  • ¿Pongo el volumen del televisor más alto que mi familia?
  • ¿No localizo de dónde vienen los sonidos?
  • ¿Sus familiares le preguntan si no oye bien?

Y es importante, cuando sospechamos que no oímos bien, comprobar si es así. Ponerle remedio precozmente permitirá que las posibles soluciones sean más sencillas.
Acuda al especialista o al audioprotesista.