La sordera profesional.

Llamamos sordera profesional a la pérdida de audición progresiva, que se produce por la exposición prolongada a niveles de sonido elevados, a lo largo de los años, en el lugar de trabajo.

Se produce por una lesión coclear bilateral, que afecta de manera progresiva a la audición del profesional, produciendo una sordera neurosensorial progresiva e irreversible.

Suele manifestarse al principio por alteraciones en el audiograma que no se traducen en síntomas evidentes en el trabajador.

La aparición clínica de la pérdida auditiva se produce pasados varios meses o años de la exposición, cuando la hipoacusia afecta a las frecuencias conversacionales.

En la mayoría de los países se considera enfermedad profesional. Existe legislación en los distintos países encaminada a proteger el oído de los trabajadores expuestos a niveles de sonido que se consideran lesivos para el oído.

En las empresas que se alcanzan esos niveles, en general entre 80 y 85 decibelios, la legislación exige la adopción de medidas encaminadas a evitar la sordera profesional.

Siempre que es posible, se adoptan medidas para reducir el ruido ambiente en el origen: maquinaria más silenciosa, mejor aislada, en cámaras insonorizadas, etc..

Por otro lado se adoptan medidas de protección individual del trabajador: con protectores auditivos, tipo tapones o cascos, y mediante el cambio de puesto de trabajo a lo largo de la jornada laboral, para evitar la estancia prolongada en los lugares más ruidosos.

La aparición de la sordera profesional no depende de un único factor > el ruido. Hay distintos factores que influyen en la aparición y gravedad de la sordera profesional.

La sordera profesional se clasifica en distintos grados, según la pérdida auditiva. En la imagen pueden ver un audiograma con los distintos grados.