La sordera por otosclerosis.

La otosclerosis es una enfermedad genética que afecta al hueso que rodea al laberinto u oído interno. Afecta aproximadamente al 1% de la población, siendo más frecuente en mujeres (2 a 1).

Suele comenzar produciendo hipoacusia de transmisión, porque el estribo (el huesecillo más pequeño del oído medio) se fija por un crecimiento óseo y, al no moverse, no transmite el sonido.

Pero la enfermedad no se queda ahí, y, con el tiempo, afecta al oído interno, produciendo hipoacusia de percepción, por afectación del caracol, acúfenos o ruidos, y, algunas veces, vértigo o inestabilidad.

Desde hace años, la fijación del estribo y, por tanto, la hipoacusia de transmisión, la tratamos mediante una operación quirúrgica llamada estapedectomía, en la que se sustituye el estribo por una pequeña prótesis de unos 5 mm de largo x 0,6 mm de diámetro.

Con esta intervención se logra recuperar la audición en más del 95% de las ocasiones, aunque no debemos olvidar que la enfermedad sigue su curso, y con los años la pérdida auditiva podrá volver por las lesiones del oído interno. Es decir, la estapedectomía no es 100% efectiva por dos motivos:
  • Solo cura el componente de hipoacusia de transmisión por alteración del oído medio, por lo que no soluciona la disminución auditiva por enfermedad del oído interno.
  • Un porcentaje de entre el 1% y el 3% no mejora, y en algunos casos puede empeorar en el posoperatorio. Con independencia de que la técnica quirúrgica haya sido correcta.
Como cualquier otra operación, puede presentar complicaciones. Las más frecuentes son:
  • Vértigo y alteraciones del equilibrio: son frecuentes y ocasionalmente molestos o incapacitantes debido a la manipulación del oído interno, que suelen ceder en las siguientes horas o días.
  • Alteraciones del gusto: durante la cirugía se manipula y moviliza un nervio cercano a la membrana del tímpano, llamado cuerda del tímpano, que se encarga del gusto de la parte anterior de la lengua, lo que puede causar inflamación e irritación del nervio y generar alteraciones del gusto generalmente temporales, pero que, según el grado de lesión, pueden tardar meses en recuperarse.
  • Sordera: la cirugía tiene un porcentaje de éxito por encima del 95% cuando está bien indicada, sin embargo, puede existir sordera neurosensorial profunda secundaria al procedimiento en menos del 1% de los casos.
  • Parálisis o debilidad facial: es una complicación muy rara y suele responder rápidamente al tratamiento. El nervio facial anatómicamente guarda una relación muy estrecha con el lugar de la cirugía.

La otra  alternativa de tratamiento es la utilización de audífonos. Se trata de una alternativa válida para aquellos pacientes que no desean someterse a una intervención quirúrgica o que presentan enfermedades asociadas que la contraindican.

Los audífonos dan muy  buenos resultados en las pérdidas de audición por otosclerosis, y logran una recuperación auditiva inmediata y duradera.

Únicamente en los pocos casos de otosclerosis agresiva bilateral puede suceder que el paciente no pueda beneficiarse de audífonos (ni de estapedectomía)  y precise de un implante coclear.

Os dejo una imagen con distintas prótesis de estapedectomía y la de un audífono.



Prótesis estapedectomía
audífono RIC