El problema del ruido laboral. Aprender a protegerse.
Publicación editada 06/03/2013Ya conocemos que el ruido es uno de los peligros laborales más comunes, aunque sea un riesgo invisible y con efectos, en general, a largo plazo, lo que hace que, en muchas ocasiones, no le hayamos dado la importancia que realmente tiene.
En Estados Unidos, por ejemplo, más de 9 millones de trabajadores se ven expuestos diariamente a niveles de ruido de 85 decibelios de media. Estos niveles de ruido son potencialmente peligrosos para su audición y además pueden producir otros efectos perjudiciales. Existen aproximadamente 5,2 millones de trabajadores expuestos a niveles de ruido aún mayores, en fábricas y otras empresas, lo que representa alrededor del 35 % de personas que trabajan en el sector de fabricación en Estados Unidos.
Los niveles de ruido peligrosos se identifican fácilmente y en la gran mayoría de los casos es técnicamente viable controlar el exceso de ruido, ya sea variando las infraestructuras, remodelando los equipos o transformando las máquinas ruidosas.
Pero con demasiada frecuencia, no se hace nada, ya sea por dificultades técnicas o económicas.
Es importante la concienciación del trabajador a la hora de evaluar el impacto del ruido sobre su salud, y responsabilizarse de asumir la necesidad de protección individual cuando las medidas generales no son suficientes.
En Estados Unidos, por ejemplo, más de 9 millones de trabajadores se ven expuestos diariamente a niveles de ruido de 85 decibelios de media. Estos niveles de ruido son potencialmente peligrosos para su audición y además pueden producir otros efectos perjudiciales. Existen aproximadamente 5,2 millones de trabajadores expuestos a niveles de ruido aún mayores, en fábricas y otras empresas, lo que representa alrededor del 35 % de personas que trabajan en el sector de fabricación en Estados Unidos.
Los niveles de ruido peligrosos se identifican fácilmente y en la gran mayoría de los casos es técnicamente viable controlar el exceso de ruido, ya sea variando las infraestructuras, remodelando los equipos o transformando las máquinas ruidosas.
Pero con demasiada frecuencia, no se hace nada, ya sea por dificultades técnicas o económicas.
Es importante la concienciación del trabajador a la hora de evaluar el impacto del ruido sobre su salud, y responsabilizarse de asumir la necesidad de protección individual cuando las medidas generales no son suficientes.
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