El niño que no oye bien. Consecuencias.

Dr. Juan Royo

Otorrinolaringología general

Especialista en salud auditiva para adultos

Cuando un niño tiene una perdida de audición importante, los padres y los maestros se percatan del problema con relativa facilidad y prontitud.
No ocurre lo mismo cuando un niño que previamente ha adquirido el lenguaje y que, en sus primeros años de escuela, no ha tenido ningún problema, cuando se hace más mayor y comienza la primaria, adquiere por una u otra causa una pérdida auditiva leve o moderada. En realidad son pérdidas auditivas que afectan a más niños y que pueden pasar desapercibidas en casa, pero que pueden tener varias consecuencias, en distintos ámbitos del desarrollo, a largo plazo si no se descubren a tiempo.

1.- Desarrollo del lenguaje y la comunicación:

    - Pueden tener dificultades para aprender nuevas palabras, especialmente aquellas que no se presentan de forma visual. Esto puede llevar a un vocabulario más reducido en comparación con sus compañeros normoyentes.
    - Les puede resultar difícil seguir conversaciones rápidas, especialmente en entornos ruidosos o cuando hay varios interlocutores. Esto puede afectar su capacidad para comprender instrucciones complejas, explicaciones en clase y detalles importantes en las interacciones sociales.
    - Pueden tener dificultades para pronunciar ciertos sonidos, especialmente los  de alta frecuencia que son más difíciles de oír. Esto puede afectar la claridad de su habla y, en algunos casos, llevar a la frustración al no ser entendidos.
    - Dificultades en el aprendizaje de la lectura y la escritura. Pueden tener problemas para identificar los sonidos dentro de las palabras y para asociarlos con las letras correspondientes.
    - Dificultad en la comprensión de conceptos abstractos o más complejos.

2.- Rendimiento académico:

    - Dificultades de aprendizaje: La dificultad para oír claramente las explicaciones del profesor, las discusiones en clase y el material auditivo puede llevar a lagunas en el aprendizaje y un rendimiento académico inferior en general.
    - Problemas de atención y concentración: El esfuerzo adicional que deben realizar para escuchar puede causar fatiga auditiva, lo que dificulta mantener la atención en clase y concentrarse en las tareas.
    - Retraso en el nivel educativo: Sin el apoyo adecuado, los niños con hipoacusia moderada pueden quedarse rezagados académicamente en comparación con sus compañeros. Algunos estudios sugieren que pueden llegar a estar de uno a cuatro cursos por detrás si no reciben intervención.

3.- Desarrollo social y emocional:

    - Aislamiento social: La dificultad para seguir conversaciones y participar plenamente en las interacciones sociales puede llevar a sentimientos de aislamiento, soledad y exclusión. Pueden evitar participar en actividades grupales o mostrarse más retraídos.
    - Baja autoestima: Las dificultades de comunicación y las posibles burlas o incomprensión por parte de sus compañeros pueden afectar negativamente su autoestima y autoconfianza.
    - Problemas de conducta: La frustración por no entender o por no ser entendido puede manifestarse en problemas de conducta, como irritabilidad o retraimiento.
    - Dificultades en las relaciones: La comunicación es fundamental para construir y mantener relaciones. La hipoacusia puede dificultar la comprensión de las señales sociales y emocionales transmitidas a través del lenguaje oral, lo que puede afectar sus relaciones con familiares y amigos.
    - Mayor riesgo de problemas de salud mental: Algunos estudios sugieren una mayor prevalencia de ansiedad y depresión en niños y adolescentes con pérdida auditiva debido a los desafíos de comunicación y socialización.

Es crucial la detección temprana de la hipoacusia, el correcto diagnóstico y el uso de las terapias adecuadas a cada caso (terapias médicas o quirúrgicas, el uso de audífonos, sistemas de frecuencia modulada en el aula, terapia del lenguaje y apoyo psicopedagógico, etc.) para minimizar estas consecuencias a largo plazo y permitir que el niño desarrolle todo su potencial. El apoyo familiar y escolar también juega un papel fundamental.